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dominar el espacio no es mejor que encontrarse sumido en la inercia

en una bóveda fría de tercer mundo, en un lugar casi frenético lleno de seres humanos, al fondo de una estructura en ruinas, me resigno a vivir en la mediocridad



pintura: Lucian Freud, El gran interior

el eremita

vivir como si existiera un destino. no hay en mí algo parecido a eso. empero, lo admito, hay momentos en los que mi animalidad me desespera, ya no me consuela pensar en la insignificancia cósmica (vaya frase), la sexualidad, el odio, el amor; todo un jodido conjunto orgánico, humano, visceral; no me consuela ni dios, ni la trascendecia, ni el jucio. al final, no hay nada, sólo estar en busca de la felicidad, la maldita comedia oh schopenhauer jajaja pero me dice el poeta lírico "entiende que es un ritmo el vivir"